La quimioterapia o tratamiento del cáncer con drogas tiene muchos detractores. En su gran mayoría no son médicos, o son médicos que desconocen las indicaciones y efectos de estos tratamientos, o se dedican a medicina naturista, homeopática y otras que no tienen un concepto oncológico; básicamente ignoran de qué se trata.
Ya hemos trillado mucho el enunciado de que el cáncer cuando se diagnostica tardíamente es más difícil de curar porque localmente es de mayor tamaño y la cirugía es mayor y hasta puede ser mutilante y hay riesgo de que las células cancerosas se hayan diseminado a otros órganos o bien se trate de tumores agresivos que desde un inicio pueden tener gran poder de diseminación. Son precisamente estas dos últimas razones las principales por las que se indica la quimio. Les daré el ejemplo más común hoy día y que constituye la principal causa de incidencia y mortalidad por cáncer en la mujer actualmente, el cáncer de mama. Los progresos en el diagnóstico y la concientización femenina en el hecho de auto examinarse y hacerse mamografías de pesquisa desde los 40 años ha aumentado muchísimo el diagnóstico precoz de esta enfermedad y por ende los registros estadísticos de incidencia por año. El tratamiento ha evolucionado bastante en los tumores pequeños como los avanzados y se está logrando disminuir la mortalidad por esta enfermedad, lo que se registra anualmente en los países desarrollados.
La cirugía en el cáncer de mama tiende a ser cada vez menos agresiva, más preservadora y eso se ha logrado gracias a la quimioterapia y al conocimiento de que se pueden identificar los tumores de evolución favorable o aquellos agresivos por su tamaño y afectación de los ganglios regionales (axilares) y por coloración inmunohistoquímica de las células provenientes del tumor en la que se identifican factores pronósticos importantes para el tratamiento. Esa es el objetivo de la toma de biopsia previa al tratamiento en los tumores.
El diagnóstico preciso y el estudio de estos factores permiten seleccionar los pacientes que se beneficiarán de quimioterapia desde el inicio del tratamiento, antes de la cirugía, llamada neo adyuvante. Muy común en los tumores en que se administra para atacar las células tumorales que eventualmente estén circulando en la sangre del paciente o se hayan localizado ya en órganos distantes, aunque no se hayan diagnosticado por otros exámenes como radiografías, ultrasonido, TAC o Resonancia Magnética. Es un hecho comprobado por estudios muy serios que aumenta la sobrevida libre de enfermedad y general en los pacientes que tienen indicación y reciben la quimioterapia neo adyuvante y por supuesto en aquellos con enfermedad avanzada de entrada. Todo tumor que aunque haya sido extirpado de inicio por ser pequeño y clínicamente de buen pronóstico se le se demuestre que infiltraba más de lo esperado o afecta los ganglios linfáticos regionales, debe recibir quimioterapia complementaria, esta vez adyuvante, porque existe riesgo de que pueda producir enfermedad a distancia, metástasis. Estos conceptos son aplicados a otros tumores como el cáncer de recto, tumores musculares u óseos (sarcomas) y otros.
Hay también canceres en los que está comprobada la curación de la quimioterapia asociada al tratamiento con radiaciones, sin cirugía, como es el caso los tumores pequeños de la laringe, órgano de la voz, en los que el tratamiento quirúrgico puede dejar secuelas importantes al igual que en tumores muy pequeños del recto bajo en personas mayores en las que la cirugía es de alto riesgo en las que la quimio y radioterapia asociadas pueden tener efecto curativo y se pueden controlar periódicamente para comprobar su curación.
Necesariamente debemos tratar a los casos muy avanzados en los que no es posible la cirugía o no se puede realizar con un fin curativo, y la quimioterapia puede detener el crecimiento tumoral y al fin mejorar localidad de vida de los pacientes. Aquí es cuando los médicos internistas oncólogos deben colocar la balanza de complicaciones versus beneficios para decidir lo mejor para el paciente. Por supuesto la decisión del interesado dará la pauta del qué hacer en su caso.
La quimioterapia es un arma importantísima en el tratamiento del cáncer, puede ser salvadora o mejorar la calidad de vida en los casos en que está indicada. Si usted siente miedo o rechazo por la quimioterapia dígalo a su médico, pida una segunda opinión a otro oncólogo pero no consulte por eso a médicos de otras especialidades no oncológicas pues podría demorar su tratamiento adecuado y empeorar su pronóstico.
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