Los estomas son orificios que abrimos para comunicar una cavidad del cuerpo con el exterior y una vez cicatrizados se llaman ostomías. Estas aberturas las hacemos a veces como emergencia y otras para derivar el contenido de una víscera y proteger un procedimiento hecho más adelante en ella misma. Voy a describirlos de manera descendente de acuerdo a su localización y frecuencia con que los realizamos.
El ejemplo quizás más común es la TRAQUEOSTOMÍA, orificio que confeccionamos en la porción anterior y media del cuello para comunicar la tráquea con el exterior y permitir la respiración normal de la persona. Puede realizarse de emergencia como en el caso de una obstrucción aguda de la vía aérea por un cuerpo extraño o alimento que accidentalmente bloquea el paso de aire hacia los pulmones y nos vemos obligados a crear una vía para que la persona pueda respirar. Otro ejemplo son los tumores de laringe que impiden el paso de aire hacia los
bronquios, y en las intervenciones quirúrgicas de la laringe en las que hay que dejar una traqueotomía temporal o definitiva. Las traqueotomías se manejan inicialmente con unos tubos respiratorios especiales llamados traqueotomos que permiten adaptar el estoma traqueal a un ventilador mecánico si es necesario y manejar la ostomía con limpieza y cuidado local. Cuando el estoma se hace permanente, el aparato no se hace necesario y la persona maneja su estoma sin problemas.
En las gastrostomías y enterostomías (yeyunostomías e ileostomías) se realizan estomas en el estómago o intestino delgado con el fin de proporcionar alimentación a los pacientes con obstrucciones del tubo digestivo. Hay situaciones en las que es necesario resecar parte de intestino enfermo o se han producido heridas por arma blanca o de fuego que afectan el intestino en una porción determinada y es necesario realizar un estoma para derivar el contenido intestinal mientras cicatriza el segmento del tubo digestivo operado.
Esto puede suceder cuando operamos una obstrucción intestinal por tumores de la parte final del colon o intestino grueso, bien sea el recto o el colon descendente o sigmoides cuando, siendo generalmente procedimientos contaminados, es preferiblemente derivar las heces mediante una colostomía o estoma del colon y posteriormente se restituye el tránsito intestinal y se cierra la ostomía. A veces no quedamos conformes con la anastomosis realizada después de una resección intestinal y realizamos una derivación, ileostomía o colostomía, para proteger la intervención con la intención de posteriormente cerrar el estoma cuando mejoren las condiciones del paciente y cicatrice el segmento operado.
Durante la resección de tumores ginecológicos, del útero o anexos o de las mismas vías urinarias, se pueden producir lesiones de la vejiga urinaria y es preferible comunicarla al exterior con una sonda para impedir que se dilate con la orina que acumula y se produzcan filtraciones. El procedimiento se llama entonces cistotomía. Tumores de la próstata y del pene, pueden ameritar también de la realización de cistotomías de protección mientras cicatrizan las cirugías en ellos realizadas.
Hay estomas que se dejan de manera permanente cuando es imposible restablecer el tránsito, bien sea que se hayan hecho grandes resecciones intestinales o sea necesario resecar el ano. Los tumores grandes que afectan el ano y sus alrededores no permiten una reconstrucción adecuada de ése órgano cuya función es permitir las evacuaciones conscientes y mantener continente el intestino. Cuando no se puede esto, es preferible dejar una colostomía en la pared abdominal izquierda que dejarla entre las piernas, zona muy delicada y de muy difícil manejo de las evacuaciones.
En las gastrostomías y yeyunostomías de alimentación utilizamos sondas específicas a través de las cuales se administra dieta, generalmente líquida y de contenido alimenticio y calórico calculado específicamente a cada paciente.
Las yeyunostomías, ileostomías y colostomías se manejan con bolsas especiales que
mediante una base adhesiva se fijan alrededor de la ostomía y con el tiempo el paciente y familiares aprenden a mantener adecuadamente llegando a hacerse una rutina. Lo que al inicio es desagradable y engorroso como es el manejo del contenido intestinal a diario, se convierte en un procedimiento sencillo y controlado por la mayoría de los pacientes, con el aliciente la mayoría de las veces de que se tratará de algo temporal y en un futuro se restablecerá el tránsito y será innecesario el estoma. En el caso de los permanentes primero que nada se debe tener presente de que se trata de una necesidad, un procedimiento que ha sido salvador y al que hay que acostumbrarse como todo en la vida. Cada vez se están diseñando modelos nuevos de bolsas y bases de ostomías, más duraderos y fáciles de utilizar. Su adaptación y colaboración en el manejo de estos accesorios es muy importante e indispensable.
Por último les voy a explicar algo que preocupa mucho a las personas que van a tener una colostomía con respecto al manejo de las evacuaciones y los gases cuando se mantienen en su vida de relación pública o trabajo. Les aclaro que los estomas se hacen a través de los músculos de la pared abdominal, generalmente los llamados transversos y oblicuos abdominales. Raramente a través del músculo recto del abdomen. El trayecto del estoma se diseca a través del músculo y recordemos que éste se contrae voluntariamente. Lo que quiero decir es que oportunamente Usted controlará perfectamente la salida de heces o gases a través del estoma. Esto lo logrará de manera progresiva pero mucho antes de lo que piensa. Le cuento que tengo pacientes que por cuestiones bien sea de costos o de comodidad, lo que hacen es colocarse un plástico a manera de banda o faja y controlan normalmente su hábito intestinal. En nuestro medio, con las dificultades económicas en que vivimos cada cual se adapta a su manera a estas situaciones y consigue la forma de controlar su ostomía.
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