Este tema lo he abordado de diferentes maneras y profundidades en mis blogs anteriores pero esta vez lo haré con la mayor franqueza que me sea posible.
El tratamiento del cáncer es complicado y no se resume en una cirugía, la prescripción de drogas o radiaciones. Se trata de combinar las tres disciplinas, y a veces otras de la mejor manera para curar un tumor específico. Como lo he referido otras veces es un tratamiento MULTIDISCIPLINARIO.
En el caso que me compete, la cirugía oncológica, se trata de intervenir o extirpar quirúrgicamente el tumor con la mejor técnica posible, con un fin curativo y poder decidir si la cirugía es la primera opción de entrada, o es preferible tratar primero con quimioterapia o radiaciones. Los cirujanos a veces somos considerados los super héroes de la medicina por que quitamos el problema de una vez, pero eso no es siempre posible o preferible, dado el desarrollo hoy día de la oncología.
Cuando me formé como cirujano en los ochentas tuve la oportunidad de contar con varios profesores formados en hospitales oncológicos de Estados Unidos y Europa y noté la diferencia en su enfoque de la cirugía de los tumores. Allí me despertó la necesidad de hacer el post grado en cirugía oncológica y me formé como tal, en una época en que la especialidad se abarcaban las cirugías de cabeza y cuello, mastología, ginecología, vías digestivas, partes blandas y tumores de la piel. Inclusive estuve en pasantías por urología y cirugía de tórax. De modo que pertenezco a una estirpe de cirujanos oncólogos generales y he lidiado con los distintos tumores desde entonces con excepción de los urológicos y pulmonares.
El tiempo, el aumento de la población, el desarrollo de las diferentes especialidades han hecho surgir la necesidad de las super especialidades, es decir, cirujanos oncólogos especialistas en un área solamente como cabeza y cuello, vías digestivas, ginecología y así en sucesivo. Es más, en Estados Unidos y Europa los Otorrinolaringólogos se especializan en la cirugía de cabeza y cuello y los ginecólogos en la ginecología oncológica. En Venezuela ése proceso se está también desarrollando. Lo que quiero destacar es la importancia de la especialización.
Siempre he tenido como norma el no dudar de la buena fé de los demás cirujanos en el tratamiento de los pacientes y menos dudar de su capacidad técnica pero, como aseveré anteriormente, la cirugía del cáncer no se reduce a la buena técnica o vía de abordaje de los tumores sino en aplicar la cirugía adecuada y en el momento específico para el tumor diagnosticado.
Le daré dos ejemplos. En el cáncer de mama la cirugía no siempre es el primer recurso de tratamiento. Depende del tamaño y las características del tumor. La mayoría de las veces tumores pequeños se pueden operar conservando la mama y tumores grandes son candidatos a mastectomías radicales totales, pero hay tumores que a pesar de lo pequeño son agresivos y se beneficia el paciente de recibir quimioterapia antes de la cirugía. Otras veces candidatos a mastectomías radicales por el tamaño tumoral pueden ser operados con cirugías preservadoras de la mama si se les administra quimioterapia de entrada. De igual manera no siempre es necesario el vaciamiento de los ganglios axilares pudiéndose evitar las complicaciones que muchas veces ese procedimiento conlleva. Los cirujanos oncólogos somos especialistas en esas cosas.
Otro caso es el de los sarcomas de los tejidos blandos (músculos, grasa, nervios y otros), a veces muy agresivos y en los que la cirugía no es el tratamiento único e inclusive ameritan de una manera específica del tratamiento con quimio y radioterapia. Sobre todo cuando se presentan en áreas delicadas como cabeza y cuello. Los sarcomas se pueden presentar en las glándulas salivales, los músculos, los vasos sanguíneos, nervios y otros y la cirugía es determinante en su resección, acompañada en muchos casos de los ganglios con metástasis que son comunes, pero son tumores muy agresivos que ameritan complementar la cirugía con quimioterapia y radioterapia SINCRÓNICOS, a la vez, para potenciar el efecto de los dos
tratamientos. Si eso no se hace, por más radical o técnicamente realizada que sea la cirugía el riesgo de que persista la enfermedad es importante y se dificulta el tratamiento ulterior del paciente que dependerá mucho del grado de enfermedad, edad y condiciones generales.
Si Usted ha sido diagnosticado con cáncer debe acudir a un especialista oncólogo que le asesore. Si consulta con un cirujano o médico no oncólogo escrupuloso que tenga bien definidas capacidades y limitaciones lo más seguro lo refiera al especialista sin menoscabo a su capacidad o conocimientos. No está demás una segunda opinión
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