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Foto del escritorRamón Rodríguez Morales

CÁNCER DE LARINGE

Expuse en el pasado blog lo complejo de la anatomía de la laringe, su delicadeza como órgano de la voz y algunas modalidades del tratamiento de las lesiones pequeñas.

El cáncer de la laringe (CL) se presenta más en hombres y los mayores de 50 años. Está directamente relacionado con el hábito tabáquico y se piensa que el alcohol ejerce un efecto sinérgico: los que beben fuman más de lo acostumbrado y los fumadores empedernidos solo se dan cuenta de la cantidad de cigarrillos que fuman cuando compran otra caja. Otros agentes tienen relación con el CL como el tabaco mascado, el chimó, marihuana, gases provenientes de motores de combustión, inhalación frecuente de gases provenientes de la gasolina, solventes, infecciones bacterianas o virales persistentes y otros procesos inflamatorios mal tratados o persistentes.

El CL que se inicia en las cuerdas vocales y no invade otras regiones de la laringe es de poca tendencia a la diseminación. Los tumores que se originan por encima (supra) o debajo (sub glóticos) sí se extienden con mayor frecuencia a los ganglios linfáticos del cuello y de allí pueden diseminarse a distancia, sin embargo no es común. Esto se debe a que tienen mayor irrigación por vasos sanguíneos y linfáticos que la glotis. Los tumores de la laringe crecen localmente, invadiendo las estructuras laríngeas como el cartílago tiroides, las regiones superiores e inferiores o la porción posterior conformada por paredes de la faringe y el esófago. De allí infiltran las partes blandas del cuello aledañas a su origen.

Espero haya quedado claro que las lesiones benignas y tumores muy pequeños, iniciales o “in situ” como se llaman cuando no invaden más allá de la mucosa o epitelio de revestimiento de la laringe, pueden ser tratados y curados con microcirugía a través de laringoscopias directas en quirófano donde también es útil el Laser CO2, que vaporiza esas lesiones.

Los tumores confinados a las cuerdas vocales y sus alrededores se tratan con radioterapia y quimioterapia con índices de curación iguales y en algunos casos superiores a la cirugía, conservándose la voz casi igual que antes del tratamiento. Y ese es el propósito del tratamiento del CL, mantener la función del órgano, la voz, en la medida de lo posible aunque a veces quede distinta, modificada, pero el paciente puede comunicarse hablando.

Los tumores avanzados que no han invadido los tejidos vecinos a la laringe, localizados se tratan igualmente con quimioterapia y radioterapia combinadas y muchos responden favorablemente a la terapia, inclusive si han originado metástasis a los ganglios cervicales. La cirugía entonces queda reservada para el “rescate” de los casos en que persiste el tumor, persisten los ganglios, o el tumor reaparece (recidiva) al tiempo de haber sido tratados médicamente.

La resección de la laringe produce un defecto irreparable, eliminándose la comunicación de las vías aéreas superiores con la tráquea, por lo que es necesario abocarla a la piel anterior del cuello de manera permanente realizando una traqueotomía. Esto significa que el paciente quedará respirando por ése estoma el resto de su vida. La porción posterior de la laringe, que consiste en la pared faringo-esofágica se sutura, por lo que se deja temporalmente una sonda de alimentación que se pasa a través de la nariz en la intervención y se deja para alimentación mientras cicatrizan las suturas

mencionadas y se retira posteriormente para que el paciente pueda alimentarse normalmente a través de la boca, con líquidos inicialmente pero de manera progresiva llegará a alimentarse normalmente.

Una vez establecido, el estoma traqueal requiere de cuidados relativamente fáciles y siempre debe mantenerse cubierto con una gasa o tela de algodón fina para impedir la contaminación de la vía aérea y que el paciente respire a los demás frontalmente, además de ser un detalle estético. Existen filtros que se pueden colocar en el estoma con el fin de purificar el aire inspirado y limitar el flujo de aire hacia los demás. Con la ayuda de foniatras, especialistas en la rehabilitación de la laringe, es posible que el paciente aprenda a comunicarse utilizando la “voz esofágica”, enseñándole a controlar y vocalizar el aire a través del esófago.

Existen también aparatos llamados laringófonos que pueden transmitir sonidos de la garganta a voluntad del paciente llegándose a parecer a una voz más bien “robótica” pero que le permite comunicarse.

La laringectomía es una operación complicada, minuciosa, generalmente acompañada de la resección de los ganglios linfáticos del lado del cuello donde está el tumor (disección radical) y deja como secuelas la deformidad del lado operado por la resección de los tejidos locales y el estoma traqueal permanente. Pese a lo drástico que pueda parecer, es una operación salvadora cuando está indicada y tiene fin curativo.

Sucede en la laringe la historia de todos los cánceres: tratamientos locales y menos costosos cuando se diagnostican temprano, caros y a veces imposibles de curar si se dejan crecer sin tratamiento. El temor al tratamiento no es una solución, más bien puede llevar a complicaciones indeseables.

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