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Foto del escritorRamón Rodríguez Morales

ONCOLOGÍA EN VENEZUELA, Febrero 2020, III : Privada y pública.- Epílogo


El contraste entre el ejercicio privado y público de la medicina en Venezuela es muy diferente, en contraste con la mayoría de los demás países latinoamericanos, debido creo yo, al enfoque gubernamental y poblacional del problema. Por una parte el gobierno por las causas que sean, no ha invertido lo que debiese en la salud pública mientras sí lo ha hecho en compras de armamento, inversión en una “milicia” popular en la que se ha gastado en uniformes, sueldos, armas y otras prevendas con el pretexto de “defender a la población” de un supuesto ataque de potencias extranjeras, interesadas en quitarnos nuestras riquezas naturales (¿?). Si el cáncer avanza por no contar con los tratamientos e insumos oportunamente, enfermedades controladas en otros lares como tuberculosis, difteria, paludismo han emergido nuevamente ubicándose como problemas de salud pública actuales…

La población o el público se ha sometido a una propaganda terrible en relación a las diferencias sociales, que lo que ha originado es un resentimiento social impensable hace 20 años. La regaladera o populismo en el que se da una caja de alimentos (muy deficiente, por cierto), medicinas, viviendas a los que se declaran pro-gobierno, y que el sueldo mínimo es alrededor de 140 dólares MENSUALES, en una economía dolarizada, han acentuado el problema social. Los servicios públicos prácticamente no se cobran, pero cada vez son peores. ¿Cómo es posible que estando hoy a 4 meses de haber sufrido el apagón nacional por fallas de los equipos principales de electricidad del país hoy día se siga racionando la luz? ¿Qué no se haya resuelto el problema? ¿Qué se culpe al bloqueo económico de tal hecho? El pobre se encuentra amordazado por un sistema que le quita las prevendas si se opone o reclama y puede ser reprimido por policías o militares con pretextos de alteración del orden público. Los comités de barrio de origen cubano son los comités “clap” locales, con colectivos armados ubicados en todas las áreas marginales a efecto de someter a la población, amedrentarla. Ahora se agrega a los milicianos de presencia en todas las instituciones públicas “protegiendo”. La clase media se encuentra a punto de desaparecer por ser el chivo expiatorio en esta situación CREADA INTENCIONALMENTE. El sueldo en un hospital público, no llega a los 250 dólares mensuales para un médico especialista, lo que explica el éxodo de médicos jóvenes hacia economías que recompensen de mejor manera su esfuerzo profesional.

El pueblo entonces, las clases necesitadas, no se atreven a protestar o no lo hacen por temor a ser excluidas del populismo de Estado, o resultar golpeadas, heridas por reclamar sus derechos. TODOS los hospitales públicos del país sufren más o menos de las deficiencias de las que hemos hablado dejando mucho que desear el servicio prestado. Tengo que reconocer la actitud de los médicos, personal para médico y de mantenimiento de la mayoría de los centros de salud, que mantienen una mística de trabajo, actitud proactiva y esperanza en un cambio positivo de la situación solo explicable en la idiosincrasia de la mayoría de los venezolanos, dispuestos a luchar en tiempos difíciles. Asombrosamente los pacientes, pacientes al fin, simplemente esperan a ser atendidos, esperan su oportunidad de ser tratados o intervenidos por su enfermedad. En los casos oncológicos, considero un acto de crueldad, negligencia el no prestar el servicio adecuado a las circunstancias y por otro lado el hecho público y conocido de negarse a recibir ayuda humanitaria de otros países, porque detrás debe venir una “invasión”.


El ejercicio privado de la medicina no puede escaparse de la situación y menos hacerse de la vista gorda ante el problema social que vivimos a diario pero eso no puede significar que tengamos que resolverle el problema de salud al Estado, porque simplemente no podemos. Si los pacientes no pagan por su atención en una clínica privada ¿Cómo se mantiene la Institución? ¿Cuál es el aliciente para un profesional que estudió durante 12 ó 14 años para lograr un objetivo como médico especialista si su sueldo es algo mayor de aquellos que trabajan por un sueldo mínimo sin ninguna formación? A mi juicio existe una total mala interpretación de lo que significa el socialismo, por cierto uno de los mejores sistemas sociales en el mundo, si es como el de Suecia o Noruega… Socialismo significa que toda la población tenga los mismos DERECHOS: A la alimentación, educación, bienestar social, salud, esparcimiento y otros. Eso es la igualdad social pero la misma no es que tengamos todos lo mismo, no es razonable o posible, simplemente.

Si se reparte la comida, medicina, viviendas etc, sin más méritos que el estar con un gobierno, la sociedad está determinada a destruirse, malograrse, desvirtuarse, todo menos progresar. EL TRABAJO es el regalo que todo gobierno debe premiar. La INSTRUCCIÓN, el estudio, debe ser el objetivo que todo ciudadano debe perseguir a fin de lograr mejor salario por su trabajo y mejor calidad de vida y, en la medida que sea más instruido mejor adiestrado, su trabajo será más valorado, sus ingresos mejores y podrá planificar como ir avanzando, progresando en la vida y ofrecer una mejor calidad de vida a su familia.

Con la seguridad social, que por supuesto incluye la salud, no se puede jugar. No se puede utilizar como instrumento político. El derecho a la salud es innegociable y es por eso que muchos médicos jóvenes y viejos nos hemos quedado en Venezuela, colaborando con la ciudadanía en el área de salud pública y privada. Somos el órgano de choque en los hospitales e instituciones públicas, los que atendemos a los pacientes, pero de ninguna manera la máscara de un sistema que lamentablemente no funciona. Ayudamos en lo que podemos y llegamos hasta donde nos dejan, pero de ninguna manera nos hacemos responsables por las deficiencias en salubridad, insumos, mantenimiento de los equipos y falta de medicamentos apropiados para la correcta y eficaz atención de los enfermos que acuden a los centros de atención públicos.


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