El hablar sobre las relaciones sexuales fue algo “tabú” por mucho tiempo y sigue siéndolo en muchas sociedades actuales, aunque en algún momento se termine hablando de eso cuando se está en confianza. En el mundo occidental la edad de inicio del sexo es más temprana de lo que se piensa y hay que estar claros en que a los niños hay que hablarles del tema desde que pregunten por él y si no lo han hecho, a partir de los 10-12 años. La confianza que se crea cuando un niño o joven obtiene la respuesta que él o ella casi siempre ya saben puede ser concluyente para el resto de sus vidas. Fuimos niños y sabemos que desde temprana edad el tema del sexo es motivo de conversación e inclusive de “rango” en el grupo cuando se habla del mismo. Nunca faltó el “experimentado”, muchas veces inventor, que describía cómo había sido su relación con alguien del sexo opuesto, qué le miró o le tocó… y de allí comienzaba la imaginación a darle vueltas al asunto hasta llegar a las experiencias propias. Por supuesto que la auoestimulación es parte de estos descubrimientos pero no es lo que quiero tratar ahora. La sexología no es el motivo de este blog.
El deber como padres es educar a nuestros hijos en el tema sexual, desde el primer momento que sea motivo de conversación. Dejarlo para después, eludirlo porque nos sintamos abrumados o sorprendidos por el cuestionamiento no debe dar lugar a dudas en quien nos pregunta ya que, como dije, muchas veces ya cree tener una respuesta y quiere saber LA VERDAD sobre el asunto, preguntándole a quien piensa debe decírsela. En el siglo XXI cuando hay para quienes el sexo es cotidiano y el tener una cita ("date" para los americanos) conlleva terminar la noche en la cama, mi manera de pensar les parecerá medieval pero aún así se las relato: El sexo es algo natural y pienso que lo primordial es enseñarles que debe estar asociado al amor. Que el amor es el sentimiento más importante entre dos personas, pero aparte de que la religión nos puede enseñar la necesidad de “amarnos los unos a los otros”, el amor hacia una pareja es diferente, es la sensación de que es con ella o él con quien se desean hacer las cosas más importantes de la vida, incluyendo el sexo, en su momento. Que el sexo no es una manera de conocerse y mucho menos de pasar el rato o que se trata de una experiencia comparable a ver una película o una actividad normal después de una salida o una fiesta, no debe ser algo casual y eso es difícil de comprender. Quizás será posible imponernos sobre los hijos cuando son pequeños, pero sabemos que llega un momento en la adolescencia en que no podemos vigilarlos, y ellos se deben hacer responsables de sus actos. Hay que enseñarles también que esa responsabilidad es tan importante, que de ella depende su futuro.
No voy a escribir sobre los embarazos prematuros, la pérdida de la virginidad “antes de tiempo” escribo sobre la importancia de enseñar a los hijos que deben conocer a su pareja antes de decidir tener relaciones sexuales con ella. Que no se trata de una cuestión de atracción, de belleza de la otra persona, de un desafío impuesto por el otro ("si no te acuestas conmigo, no me quieres"), o algo así. Si por el motivo que sea quiere tener la relación, HAY QUE PROTEGERSE. Un preservativo protege contra las infecciones y sobre todo el VPH, ahí quiero llegar. Porque un embarazo se puede evitar conociendo la fecha de la ovulación, si la mujer es regular en sus ciclos, pero la infección por VPH se adquiere con el contacto sexual indefectiblemente. De allí que insisto en que si la pareja es alguien irresistible, super atractivo (a), que se conoce que tiene “experiencia sexual”, ha tenido varias parejas, toma alcohol o drogas, es mayor la posibilidad de que sea portador (a) del Virus de Papiloma Humano (VPH) y ya he hablado en otros blogs sobre la vinculación del VPH con el cáncer de cuello uterino y del pene.
Y hemos entrado en el tema: El cáncer de cuello uterino es considerado una enfermedad de transmisión sexual, por el hallazgo constante del VPH en las biopsias por este tumor y se ha comprobado científicamente su vinculación. Mediante la citología y la colposcopia es posible diagnosticarlo en etapas tempranas, iniciándose, siendo relativamente fácil su tratamiento mediante el uso del ASA LEEP, un instrumento eléctrico con el que extirpamos la parte del cuello uterino afectada de manera ambulatoria. Esto es cuando el cáncer está localizado solo en la parte superficial del cuello, lo que se conoce como CARCINOMA IN SITU, NIC III O LIE DE ALTO GRADO, dependiendo de la escuela del médico tratante o el patólogo, pero es lo mismo. Para tratarlo de esta forma, la lesión debe identificarse en toda su extensión, estando seguro el especialista que pueda quitarla completamente con el asa. De no ser así, es preferible realizar una CONIZACIÓN en frío, en quirófano, que consiste en resecar la parte afectada del cuello uterino y el canal cervical. Este procedimiento es curativo y permite definir el grado de extensión de la lesión en el cérvix y la paciente puede concebir sus hijos sin problemas. Eso sí debe mantener un control estricto con su médico, con citologías y colposcopias periódicas.
Cuando el cáncer es invasor, infiltra más profundamente el tejido del cuello y tiene más probabilidades de diseminarse a través de los vasos sanguíneos y linfáticos. Se clasifica en estadios: I cuando está localizado en el cuello solamente, II si se extiende hacia los lados o la vagina, III si la extensión es mayor y llega a la pared ósea de la pelvis y IV si invade a la vejiga urinaria que se sitúa por delante del útero o el recto, que está detrás. Es un estadio IV más avanzado si origina enfermedad en el abdomen u otra parte del organismo IV-B.
Los tumores estadio I menores de 4 cm pueden ser operados, extirpados quirúrgicamente, en pacientes delgadas, en buenas condiciones, sin enfermedades concomitantes. En pacientes muy obesas o que no reúnan las condiciones mencionadas es preferible tratarlas con radiaciones (con quimioterapia añadida muchas veces) y luego pueden ser operadas o complementado el tratamiento con la colocación de un implante radioactivo en el cuello uterino (braquiterapia). En ambos casos los índices de curación son efectivos, comparables. La diferencia es que cuando la paciente es joven y puede operarse se le pueden conservar los ovarios y así no provocar una menopausia precoz. Los cánceres de cuello uterino estadio III y IV se tratan con radioterapia externa e implantes y quimioterapia, no son quirúrgicos.
La infección por VPH es la causante de que estemos diagnosticando cáncer de cuello uterino en mujeres más jóvenes, en relación a hace 50 años y se piensa que más del 50% de las personas ya estén infectadas por el virus. Son portadoras sin signos de enfermedad en su mayoría y solo una pequeña porción llegue a desarrollar cáncer de cuello uterino o pene, pero tienen el riesgo de por vida. Entonces ¿Eres lo responsable para asumir las consecuencias de iniciar tu vida sexual ahora? ¿Tienes edad para el sexo?