Para muchos pacientes el consultar al médico genera ansiedad o temor la primera vez que lo hacen y es lógico, nadie quiere estar enfermo. En nuestro caso los oncólogos ¿Quién quisiera tener un tumor o cáncer?
Claro que me estoy refiriendo a la consulta preventiva, la de las o los pacientes que acuden para una evaluación integral, descartar que tengan algún problema tumoral. Lamentablemente son los menos por que las personas, cuando se sienten bien, consideran innecesario acudir al médico y la mayoría de las veces tienen razón, sobre todo los jóvenes, porque su organismo debe estar funcionando perfectamente . Pero hay un pequeño grupo que si puede tener algo y si se trata de algo canceroso, puede estar a tiempo de curarse de eso si se trata a tiempo. Es ese grupito el que más nos interesa, por el que vale la pena la pesquisa o prevención. No hemos creado conciencia en la importancia de prevenir las enfermedades y más aún en las edades en las que es necesario examinarse por la posibilidad real de poder padecerlas. Por lo general, a partir de los 40 años, si no ha habido señales de alerta anteriormente. Ya hemos hablado de la obligatoriedad del examen ginecologico semestral en las pacientes activas sexualmente, para la prevención del cáncer de cuello uterino entre otras patologías y la mamografía a partir de los 35 años.
En líneas generales se debe consultar al especialista en las siguientes situaciones: Lesiones en la piel de reciente aparición y crecimiento progresivo. Lunares muy oscuros o que cambian de color, crecen rápidamente o sangran, arden o pican. Nódulos mamarios notados en el examen personal periódico. Cambios persistentes en el hábito intestinal. Esputos, vómitos, orinas o evacuaciones con sangre. Lesiones en paladar, lengua, encías a veces sangrantes y/o dolorosas. Aparición de nódulos en los músculos del cuerpo o extremidades. Fracturas producidas por traumatismos leves. Cambios en la voz o ronquera persistentes. Nódulos cervicales no relacionados con procesos infecciosos de cavidad oral o faringe. Nódulos axilares o inguinales de crecimiento progresivo. Coloración amarillenta de la piel y mucosas con orinas oscuras y heces blanquecinas. Flujo vaginal persistente, sangrado con las relaciones sexuales. Verrugas genitales.
La primera consulta es una evaluación general (integral), que comienza con un interrogatorio dirigido a los antecedentes familiares y personales de importancia, en nuestro caso relacionados con enfermedades oncológicas. Posteriormente sigue un examen físico completo y posteriormente se solicitan al paciente los exámenes que se consideren necesarios para completar su estudio.
La consulta médica es un acto COMPLETAMENTE PRIVADO entre el paciente y su médico. Ninguno de los datos o resultados producto de la misma se transmiten a otra persona o familiar, a menos que el paciente así lo requiera. Por eso solo el paciente decide si quiere ser acompañado por otra persona en el momento de la consulta, debiendo tratarse de alguien de su entera confianza.
Cuando se crea una relación médico-paciente adecuada, las consultas sucesivas o controles se hacen más cómodas, relajadas y las decisiones sobre procedimientos o intervenciones se toman por lo general con menos temor o ansiedad por que se crea un nexo de CONFIANZA indispensable para que dicha relación funcione y produzca los mejores resultados para ambos