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Foto del escritorRamón Rodríguez Morales

CÁNCER DEL SISTEMA DIGESTIVO


Hablar del sistema digestivo humano implica tener en cuenta al menos las siguientes porciones del mismo: Esófago, estómago, intestino delgado (2 a 3 metros), colon (más de un metro), recto, hígado y páncreas. Sólo los tumores del colon y recto se encuentran entre los que más frecuentemente se presentan con relación a la incidencia de cáncer en general, superados solo por el cáncer de mama y el de próstata. Afortunadamente los tumores de colon y recto son de los que tienen más probabilidades de curación incluyéndose para su tratamiento la cirugía, quimioterapia y radiaciones de acuerdo a su localización.

El cáncer de esófago es de tratamiento más complicado por su ubicación en el tórax y porque cuando produce síntomas como dificultad para la deglución (movimiento de tragar) o dolor, se encuentra muchas veces en estado avanzado. El cáncer de estómago es tratable quirúrgicamente y la cirugía se complementa con quimioterapia la más de las veces. En el intestino delgado es rara la presentación de tumores malignos y cuando se diagnostican generalmente son operables. Muchos tumores del hígado son resecables mientras que los del páncreas son de más difícil tratamiento ya que, por lo general, se diagnostican en estado más avanzado y la ubicación del órgano dificulta su tratamiento quirúrgico.

Como en el resto del cuerpo humano, es el diagnóstico temprano lo que asegura la posibilidad de extirpar y tratar efectivamente con quimioterapia y radioterapia estos tumores. A través de la endoscopia digestiva superior es posible la visualización interna del esófago, estómago y la porción inicial del intestino delgado (duodeno), donde precisamente desembocan el colédoco (vías biliares) y el conducto por el que llegan las enzimas del páncreas, lo que hace posible si está indicado, examinar las vías biliares y pancreáticas inyectándoles medios de contraste radiológicos que pueden evidenciar tumores en esas áreas. A través de la colonoscopia es posible la revisión del ano, recto y colon en toda su longitud, internamente. El ultrasonido nos permite de manera no invasiva evaluar los órganos sólidos como hígado y páncreas. La tomografía computada y resonancia magnética son de valiosa ayuda en el momento de evaluar órganos con tumores ya diagnosticados, pero son menos utilizados en la pesquisa.

La evaluación radiológica del esófago y el estómago con contraste es un método de gran utilidad en la pesquisa de estos tumores, utilizado y comprobado con gran éxito en Japón, donde el cáncer gástrico es mucho más frecuente que en otros países. Los japoneses han desarrollado gran experiencia con ese estudio y establecido sitios de pesquisa radiológica del cáncer gástrico en todo su territorio con muy buenos resultados. Los pacientes en los que se aprecian signos de sospecha se remiten a centros para la endoscopia digestiva, llegándose al diagnóstico precoz en muchos casos con el consiguiente tratamiento temprano y curación de los pacientes.

Para la prevención y diagnóstico precoz de los tumores del sistema digestivo, se recomienda evaluación por el gastroenterólogo al cumplir los 40 años para realización de las endoscopias digestivas superior e inferior y ultrasonido abdominal. A partir del primer examen, el especialista decidirá la frecuencia con que deberán repetirse. Si a nuestro automóvil le cambiamos el aceite y revisamos periódicamente, debemos hacer también el gasto en nosotros si queremos mantenernos a tono y sanos.


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