El cáncer de mama es un problema serio de salud pública en casi todo el mundo. Se está presentando cada vez más en todos los países, y es el cáncer más diagnosticado y el de mayor mortalidad en las mujeres. Es menos frecuente en Asia y África. La prevención de esta enfermedad con la concientización de las pacientes, la pesquisa con mamografía desde los 40 años, y los avances en su tratamiento con quimioterapia y radioterapia han contribuido a que mueran menos mujeres por cáncer de mama en todo el mundo.
Nadie más que la mujer conoce mejor sus mamas, por lo que aconsejamos que al menos una vez al mes, en días lejanos a la menstruación, se palpen muy bien sus senos, de pie, sentadas o acostadas. Resulta fácil hacerlo durante el baño, cuando con la humedad y el jabón es fácil deslizar las manos y palpar bien las glándulas. La mayoría de los nódulos, si hay alguno, serán benignos cuando consulten a su médico, pero de esa manera aprenderán a conocerse y notarán la aparición de cualquier anormalidad.
A partir de los 40 años aconsejamos la realización de la mamografía como método de prevención y diagnóstico de anomalías mamarias cuando se encuentran en fase temprana, pequeñas. Por supuesto que la aparición de cualquier nódulo o tumor debe ser indicación de una mamografía en las mujeres mayores de 35 años o un ultrasonido si son menores. En las pacientes jóvenes, el tejido mamario es generalmente muy abundante y compacto, lo que dificulta su evaluación radiológica. En cambio con el ultrasonido se estudian mucho mejor . Sin embargo si se sospecha malignidad en una joven, también debe realizarse la mamografía.
El ultrasonido mamario es un complemento obligado de la mamografía ya que se enfoca el estudio imagenológico de la mama con dos métodos no invasivos, de eficiencia comprobada. La Resonancia magnética o la tomografía tienen sus indicaciones en el estudio de tumores ya diagnosticados y no se utilizan como métodos de pesquisa. Se especula sobre los efectos nocivos que pudiesen tener las mamografías pero está comprobado que con los equipos modernos es mucho menor la exposición a las radiaciones cuando se hace este estudio a intervalos adecuados de tiempo.
El tratamiento de los tumores en las mamas debe realizarse por cirujanos oncólogos y mastólogos formados para eso. El cáncer de mama es siempre objeto de un tratamiento multidisciplinario compartido por el cirujano, el médico internista oncólogo (llamado oncólogo médico) y el médico internista radioterapeuta. Cada uno juega un importante papel en su a tratamiento.