Hemos pasado recientemente la navidad y es importante incluir en ella a los pacientes con cáncer. La navidad es de todos y algunos piensan que debe ser triste para los pacientes enfermos; sin embargo, no puede ser así: La celebración del nacimiento de Jesús es un hecho que nos debe alegrar y llenar de esperanza a TODOS, ya que el llega a los ricos y pobres, sanos y enfermos y cada uno en su entorno, debe recibirlo con la FE que le permita afrontar la vida de la mejor manera posible.
Cada cual vive su realidad, sus posibilidades y carencias, su estado de salud, su trabajo, familia, amigos, su religión y se trata de algo inevitable que se debe aceptar con disposición de mejorar, de seguir adelante, de superar los escollos que se nos presentan con la ayuda de
algo de una grandeza y superioridad infinita, inmensurable, que no es más que el agradecer la presencia de DIOS en nuestras vidas, sin buscar pruebas o comprobaciones de su existencia. Se trata de SENTIRLO en nuestras acciones, nuestras relaciones con los demás y en el caso de los que padecen alguna enfermedad, incluyendo el cáncer de afrontar su problema con entereza, dispuestos a luchar, a curarse, para que su organismo se fortalezca, responda inmunologicamente y logre curarse