TABACO: En líneas generales, el hábito de fumar ha disminuido notablemente en lo que va el siglo XXI, probablemente por su demostrada asociación con enfermedades pulmonares como las bronquitis y enfisema y el cáncer pulmonar. El uso del tabaco, principalmente como cigarrillo, está suficientemente comprobado en los cánceres de Colon y recto, cuello uterino, esófago, riñón, laringe, cavidad oral y faringe, estómago y páncreas, vejiga urinaria y por supuesto pulmón.
VIRUS: Existen virus conocidos como ONCOGÉNICOS (causantes de cáncer) sobre todo en países poco desarrollados y pacientes inmunosuprimidos. Resalta el virus de PAPILOMA humano que se trasmite sexualmente y en pacientes no controlados puede provocar aparición de cáncer en cuello uterino, vagina, pene, amígdalas y lengua.
Los virus de Hepatitis B y hepatitis C se han asociado con cáncer de hígado, sobre todo en infecciones severas y pacientes que posteriormente desarrollan cirrosis hepática.
Existen otros virus asociados a tumores de los ganglios linfáticos, leucemias y cáncer de piel.
AGENTES QUÍMICOS: Los productos de combustión del tabaco, el alcohol en exceso, asbestos, los solventes de pinturas, gases de los escapes automotrices, sobre todo diesel, benceno, bencidina, productos utilizados en la fabricación de pinturas, industria del caucho y el plástico, son algunos de los compuestos relacionados con el origen de cáncer en las personas sobre expuestas a ellos.
AGENTES FÍSICOS: La radiación que produce suficiente energía para desplazar electrones de los átomos se denomina ionizante. Puede ser electromagnética como los Rayos X, Tomografía computada y rayos gamma. La sobre exposición a estos tipos de radiación se ha asociado a algunos tumores. Los equipos de última generación han disminuido notablemente la radiación a que se expone el cuerpo en los estudios en ellos realizados.
Los efectos de la radioterapia se producen a largo plazo, ejemplo el caso de los sobrevivientes a la bomba atómica a final de la segunda guerra mundial y al escape de radiación atómica en la Central nuclear de Chernóbil, en los que los casos de cáncer se registraron muchos años después de la exposición a la radiación atómica.
La luz ultravioleta emitida por el sol es filtrada por la capa de ozono que cubre nuestro planeta, pero de todos son conocidos los efectos del cambio climático en dicha capa. La sobre exposición a la radiación ultravioleta está asociada a distintos cánceres de la piel.
La Sociedades Americana y Europea del cáncer recomiendan, para evitar la enfermedad y mantenerse saludables: Realizar actividad física regularmente, evitar el sobrepeso y ganar peso en la edad adulta, limitar el consumo de alcohol, incluir muchos vegetales y frutas en la dieta diaria, comer cereales integrales y evitar los azúcares refinados.